lunes, 28 de enero de 2013

NO VA MÁS (Rien ne va plus de Claude Chabrol, 1997)


Ya estábamos tardando demasiado en volver a nuestro admirado Chabrol, a quien echamos tanto de menos pese a que tenemos sus filmes, los que usamos para curar cualquier nostalgia y descubrir siempre algo nuevo. Algo como No va más.


Rien ne va plus es la única película autobiográfica reconocida por Chabrol, aunque sea un thriller y se encuentre tan lejos de la realidad —una razón más para verla: encontrar a Chabrol entre los personajes—. El guión elaborado por el director divide la cinta en tres actos muy diferenciados que traspasan varios géneros, desde la comedia al drama pasando por el suspense, para finalizar con un epílogo abierto que se sitúa en cabeza de las conclusiones mejores realizadas por el cineasta galo:

Betty y Víctor (Isabelle Huppert y Michel Serrault, pareja de genios; la musa de Chabrol dando réplica al legendario actor francés) son dos estafadores de poca monta que a pesar de llevarse treinta años se compenetran muy bien: roban a congresistas en los hoteles, pero siempre dejándoles la mitad del botín, por lo que nunca son detenidos. Una filosofía que Betty se salta en el siguiente atraco cuando conoce a su víctima, Maurice (Francois Cluzet, otro actor chabroliano). La presa quiere participar en la estafa cuando el objetivo es un maletín repleto de billetes que podrían desaparecer sin problemas de cara a la ley. Son al dueño del maletín, monsieur K (Jean-Francois Balmer, el marido de Isabelle Huppert en la versión que Chabrol hizo de Madame Bovary), y a sus matones a los que deben temer Betty, Maurice y Víctor.


Chabrol plantea, por tanto, dos temas: el conflicto triangular que se establece entre los ladrones, y el suspense ante una amenaza común. Del primero destacan la relación entre Betty y Víctor, entre la joven y el hombre ya maduro. En ocasiones hay una pulsión sexual; en otras es paternal. Todo depende del estado de ánimo de ambos; o quizás sólo de ella.

Los personajes se cruzan de la misma forma que el maletín pasa de unas manos a otras. El director advierte con cada plano que el golpe les viene grande, muy grande. Como siempre, lo mejor de Chabrol es observar a Chabrol: la mirada subjetiva en un teatro concurrido; la muerte horrible, pero silenciosa; el grito mudo, la tortura despiadada, pero desdramatizada. El director ha creado un estilo partiendo de los clásicos —en especial de Hitchcock— tan inconfundible y personal que él mismo se ha convertido en un clásico.

Chabrol reserva siempre lo mejor para el final. Al suspense del desenlace se le añade el del cinéfilo seguidor del fundador de la Nouvelle Vague. Y no defrauda: como en sus más aclamadas cintas, Chabrol aísla el diálogo, lo ningunea, para concluir con el manejo de la imagen, con el cine, con la forma superando al contenido. Así, el director gobierna la cámara y traslada el objetivo para saltarse el eje y desdoblar a los personajes, e insinuar elegantemente que el final no tiene nada de happy-end.




Ver Ficha de No va más.



14 comentarios:

  1. Precisamente estoy completando el visionado de las películas que me faltan de Chabrol y tengo previsto ver “Madame Bovary”. Hace poco he visto “Las ciervas” que me ha parecido bien estéticamente, pero he visto otras suyas mejores. Yo tengo debilidad por “La ceremonia”, “Gracias por el chocolate” y “La flor del mal”.

    “No va más” no la he visto y me gustaría porque tiene muy buena pinta.

    Saludos

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    1. "La Ceremonia" puede ser de las mejores, estamos de acuerdo. En "No va más" repite Huppert, pero no tiene nada que ver con aquella. "No va más" merece mucho la pena verla y si eres aficionada al cine del gran Chabrol seguro que no quedas defraudada.
      Saludos.

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  2. Chabrol, Chabrol. Qué personaje, que cineasta y en fin... Uno de los tres más grandes de la NV. Un deleite de film que enamora y engancha. Ese prodigio interpretativo de Isabelle Huppert, junto a un cínico y un pelín histrión de Michel Serrault. Pero, a Monsieur Serrault se le permite todo. —Faltaría. Como bien dices, amigo, el viejo Chabrol nunca defrauda. Cine francés del bueno. Y ahora me voy al Casino a echar unas manos, abrazos

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    1. Para mí el más grande de esa generación por cantidad y calidad de películas en una filmografía realmente impresionante. Referencia imprescindible para el buen cine francés y europeo.
      Abrazos

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  3. Y siempre que pones una de Chabrol recuerdo las pocas que he visto de él y sin embargo tanto me han gustado.
    Saludos.

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    1. Las que yo no he visto aún de él (muy pocas) las guardo como oro en paño para disfrutarlas en algún momento especial.
      Saludos.

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  4. La acabo de ver y me ha sorprendido ver a Francois Cluzet que ha estado hace poco tan de moda por “Intocables” y “Pequeñas mentiras sin importancia” tan joven. Me ha gustado el juego de las apariencias, la ambigua relación entre Huppert y Serrault. Supongo que éste es el alter ego de Chabrol, un aristócrata anarquista que es un gourmet como era Chabrol y adora el caviar. Y además despluma a la burguesía.

    Saludos

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    1. Cluzet es un actor como la copa de un pino, hay gente que lo descubre ahora gracias a Intocables, pero con Chabrol, por ejemplo, tiene, además de "No va más", "El Infierno" o "Un asunto de mujeres", esta última también con la Huppert, y ambas muy recomendables.
      En efecto, Chabrol dijo de "No va más" que él era Víctor (Serrault), pero que también era Betty (Huppert).
      Saludos.

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  5. Siempre me ha maravillado el cine francés y Chabrol es una de sus joyas.

    Isabelle Huppert, está perfecta. Gracias por hacernos recordar el buen cine. magnífica entrada. Saludos, Ann@

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    1. Siempre que puedo vuelvo a Chabrol. En este blog, en cualquiera de las secciones, encontrarás unas cuantas pistas sobre su cine.
      Saludos.

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  6. El cine francés, en su conjunto, es probablemente lo mejor que podemos ofrecer desde el Viejo Continente al mundo del celuloide.

    Saludos

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    1. La verdad es que está a años luz del nuestro. A ver si poco a poco...

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  7. Esta película me la apunto, ethan. El cine francés tiene buenas películas. No solo de Hollywood vive el cinéfilo. También me gusta el cine alemán, siempre que la película se deje ver, claro. Y del español, del nuestro también me gusta ver cine, pese a que muchos digan que no es gran cosa. En fin, para gustos, colores. Un abrazo, Paco.

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    1. Soy como tú, veo de todo, cine europeo y americano, clásico y moderno. La calidad se encuentra en el director, el guión, los intérpretes,... no en el país.
      Un abrazo.

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