lunes, 21 de noviembre de 2016

2 X 1: “LA NOTTE BRAVA” y “LA GIORNATA BALORDA” (Mauro Bolognini)


La notte brava (1959)

A finales de los años cincuenta y primeros sesenta una nueva generación de directores italianos superaron el neorrealismo, o evolucionaron a partir de él de una forma más crítica. Algunos se radicalizaron para seguir los movimientos marxistas que luego coincidieron con el mayo del 68, otros simplemente daban testimonio de lo que sucedía en el país, principalmente en los barrios bajos de una Roma que ya no era la “ciudad eterna”, al menos no en los suburbios que retrataba la cámara de Mauro Bolognini, uno de aquellos realizadores.

Cuando Bolognini dirigió La notte brava ya llevaba una (discreta) carrera que parecía haberse especializado en comedias sentimentales. Sin embargo, a raíz del encuentro con el futuro director Pier Paolo Pasolini, su cine cambió radicalmente; para bien. Los guiones de Pasolini fueron todo un descubrimiento, en especial el de La notte brava, donde ya se aprecia el cine que vendría de la mano de uno de los mejores directores italianos de la historia.

Basado en una novela del propio Pasolini, La notte brava narra las andanzas de tres jóvenes que pasan la vida robando, engañando a las prostitutas y deambulando sin nada que hacer por las calles de Roma.



Únicamente pequeñas ganancias pasajeras, resultantes de tristes robos, alteran algo la rutina, pero su duración es tan limitada que se lo gastan todo en una sola jornada siguiendo el lema de “vivir al día” o de “Dios proveerá”. En un día y una noche, Bolognini sigue de cerca al trío de delincuentes que ni siquiera son amigos cuando a la menor oportunidad se roban unos a otros.

En la línea de Los inútiles (I vitelloni, Federico Fellini, 1953), pero con mayor crudeza y realismo, Bolognini se vale de la experiencia de Pasolini en la jerga y el conocimiento de los barrios bajos para rodar este drama que significó un punto de inflexión en su carrera como cineasta.




La giornata balorda (1960)

De nuevo con Pasolini a los mandos del guión, aunque en esta ocasión sirviéndose de una novela de Alberto Moravia, Bolognini filma lo que podría ser una continuación de La notte brava. Bolognini condensa otra vez el relato en una sola jornada, sin abandonar el escenario de los barrios bajos romanos, para construir el retrato realista de Davide, un joven en paro que aprovecha cualquier oportunidad (legal o ilegal) para lograr algunas liras.

La búsqueda de trabajo de Davide configura la estructura de la película. El encuentro con una antigua amiga (ahora prostituta), los trapicheos en un negocio fraudulento de aceite contaminado y los devaneos con una caprichosa mujer de la alta sociedad, son algunos de los episodios en los que se ve envuelto el protagonista.

Igual que en La notte brava, casi nada cambia en la vida de Davide, como tampoco en la de los tres ladrones de la primera cinta. Tanto en una como en otra película, los personajes viven en un círculo vicioso de miseria en el que un día no se distingue del otro. De hecho los planos de apertura y cierre en cada una de las cintas son coincidentes para dar la sensación de tránsito hacia ninguna parte, de deambular dentro de un laberinto sin salida.




En La giornata balorda, Bolognini lleva su a su máxima expresión dicha estructura cuando Davide, en su afán de lograr empleo, va de uno a otro empresario, gracias a cartas de recomendación que, finalmente, le llevan al primero con el que inició la búsqueda.

El realismo crítico de Bolognini, y la pluma de Pasolini, más la aparición de nuevos valores de la interpretación (Jean Sorel, Lea Massari, Franco Interlenghi, Elsa Martinelli, Rossana Schiaffino, Jean-Claude Brialy, etc.) le dieron fuerza a un nuevo modelo de realización, emparentado con las nuevas olas europeas (Nouvelle Vague, Free Cinema,…), una manera de dirigir y actuar que ahora forman parte de lo que llamamos cine moderno.




6 comentarios:

  1. Leí una edición en catalán de "Ragazzi di vita", la novela en que se basa la primera película.
    Impresionante la entrada de Euro Internacional Films. Esas columnas me han recordado a la versión italiana de "Soy Leyenda" (El último hombre sobre la Tierra) con Vincent Price deambulando por una Roma desierta.
    Saludos!
    Borgo.

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    Respuestas
    1. No he leído la novela de Pasolini, pero "La notte brava" tiene mucho que ver con "Accattone", la primera película de Pasolini, también escrita por él y basada en un argumento propio.
      Saludos

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  2. Deje un comentario pero me temo que se ha esfumado.
    Decía que parece ser un cine que resiste el paso del tiempo y conecta con un lenguaje que conocemos.
    Lecciones de cine que agradecemos, Ethan, como tus amables comentarios.

    Un abrazo.

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    Respuestas
    1. Pues sí, parece que tu mensaje se ha perdido por el ciber espacio. Lo he buscado en el pozo del spam, pero tampoco estaba. Miesterios de la informática.
      Las dos películas son costumbristas, de un contexto muy concreto de posguerra y con una generación desencantada como protagonista: los niños de la guerra, que ahora sobreviven sin nada que hacer debido al paro y sólo cuentan con la miseria como compañera.
      Abrazos.

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  3. Dos buenos ejemplos de cómo el neorrealismo evolucionó hacia propuestas más transgresoras. En ambos casos, como señalas, la contribución de Pasolini fue determinante.

    Saludos.

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  4. Funcionó bien este retrato de la "otra" Roma a cargo del tandem Bolognini-Pasolini.
    Saludos.

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