domingo, 29 de octubre de 2017

XIV FESTIVAL DE CINE EUROPEO DE SEVILLA 2017

La primera semana de noviembre aquí en Sevilla huele a cine europeo; a buen cine, al mejor del año en el Viejo Continente. Y ya vamos por la décimocuarta edición en un certamen que año tras año va creciendo en interés y en propuestas de calidad. Del 3 al 11 de noviembre se celebrará esta fiesta del séptimo arte con el "objetivo de promover y difundir la cinematografía europea, estableciéndose como un lugar de encuentro anual para los talentos de cine, periodistas especializados y profesionales del sector" según afirma la organización del festival.




















Con las habituales secciones (Oficial, Selección de premios de la academia europea (EFA), Nuevas Olas, Resistencias, Panorama Andaluz, etc.) la nueva cita con el cine europeo viene cargada de novedades. Nombres ilustres como los hermanos Taviani, que recibirán el Giraldillo de honor, Martin Scorsese (productor ejecutivo de A Ciambra que compite en la sección oficial), Ermanno Olmi (al frente de Vedete sono uno di voi, documental sobre la vida del cardenal Martini) o Isabelle Huppert (protagonista de Mrs Hyde en la sección las Nuevas Olas) acompañan a nuevos valores europeos y a directores españoles ya consagrados como Agustín Díaz Yañes. El realizador madrileño nos sorprende con la premier mundial de su nueva obra: Oro, basada en un relato breve de Pérez Reverte, escritor con el que ya colaboró en Alatriste.

El festival de cine de Sevilla rinde homenaje a los directores Paolo y Vittorio Taviani

Nosotros, como todos los años, nos centraremos en la sección oficial y en la de la EFA para programar las películas a visionar, ya que hay que priorizar entre tanta oferta, y los filmes de esas dos secciones siempre prometen. De hecho, en la EFA se podrán ver los últimos trabajos de Michael Haneke, Yorgos Lanthimos y Andrey Zvyagintsev, entre otros. No obstante, no descartamos darnos una vuelta por el resto de secciones para asistir a alguna proyección de interés. Eso sí, de todo lo que veamos intentaremos dar nuestra opinión desde este portal de cine.

LEER LA CRÓNICA Y LAS PELÍCULAS DEL FESTIVAL DE CINE EUROPEO 2017

Ver programación del festival.

Ver ediciones anteriores:
SEFF16SEFF15SEFF14SEFF13SEFF12SEFF11SEFF10 



sábado, 28 de octubre de 2017

VISIBILIDAD CERO

El pasado miércoles 25, en el Museo Marítimo de Barcelona,  tuvo lugar el acto de entrega del vigésimo primero certamen Nostromo de literatura. La novela ganadora fue "Visibilidad Cero" del autor Fernando de Cea. El premio estuvo dedicado a la académica de las letras Carmen Riera, que acudió al acto.


La Asociación Amigos de Nostromo (el nombre viene de la célebre novela de Joseph Conrad) lleva organizando este premio desde hace veinte años. Para mí es un honor haberlo ganado y anunciar que pronto la editorial Juventud publicará la novela (previsto para la primavera del 2018).

"Visibilidad Cero" es una novela de aventuras con altas dosis de intriga y suspense de la que, por ahora, sólo puedo adelantar la siguiente sinopsis:

 En abril de 1993 la goleta Pitcairn se hunde en aguas de Ibiza con toda su dotación a bordo. Entre los tripulantes fallecidos se encuentra Álvaro Durán, un biólogo marino que deja esposa y dos hijos. Han pasado más de veinte años y Marcos, el mayor de los huérfanos, se enfrenta ahora a una nueva tragedia: la muerte de su madre. Enferma terminal, las últimas palabras de la viuda antes de morir son desconcertantes: “tu padre sigue vivo.” A partir de tan sorprendente revelación, Marcos inicia un peligroso viaje existencial que cambiará su vida para siempre. Buscar a la Pitcairn será su meta; descubrir dónde se encuentra su padre le llevará a cruzar el Mediterráneo en un velero donde nada ni nadie es lo que parece.


Si queréis más información, aquí hay algunos enlaces de prensa, televisión y de una entrevista para Radio Nacional de España  (minuto 26:30 aprox.):






lunes, 9 de octubre de 2017

2 X 1: “ALMAS EN EL MAR” y “LOBOS DEL NORTE” (Henry Hathaway)

Almas en el mar (Souls at Sea, 1937)

Primera de las dos aventuras marítimas que Henry Hathaway rodó seguidas en la Metro Goldwyn Mayer. Ideada por Ted Lesser, Almas en el mar es un filme de aventuras que bien podría pertenecer al género de juicios o al de catástrofes:

Nuggin Taylor (Gary Cooper) es un marino que quiere hacer la guerra por su cuenta contra los negreros. Taylor y su compañero Powdah (George Raft) embarcan en el “William Brown”, un esbelto clíper que los llevará a Savannah. La misión de Taylor es infiltrarse en una banda de traficantes para provocar que sean capturados. En la travesía el buque se incendia debido a un accidente. Aunque Taylor se comporta como un héroe, será acusado por un tribunal de asesinar a varios de los pasajeros durante el naufragio.

En realidad, el libreto de Almas en el mar se cuenta desde un largo flashback. La cinta arranca con el juicio de Filadelfia. La audiencia se suspende por la llegada de un representante del ministerio del interior inglés que salva in extremis a Taylor y se convierte en el narrador de la película. Para Gary Cooper, el protagonista del largometraje (la cuarta vez que colaboraba con Hathaway), la trama se haría bastante familiar. La misma historia de héroe falsamente acusado en un juicio se repitió en más de una ocasión a lo largo de su carrera.


En Almas en el mar, Gary Cooper no figura solo al frente del reparto sino que comparte protagonismo con George Raft. Los personajes de ambos actores son reflejo de su condición de profesionales en la realidad. Mientras Cooper era toda una estrella de primera línea, y su personaje era un marino culto, que lee a Shakespeare, juega al ajedrez y se enamora de una dama, Raft era un actor de películas de serie B que cimentó su fama haciendo de gánsteres en policíacos. En la película era un negrero arrepentido, con un pasado más oscuro que el de Cooper, medio analfabeto y mujeriego, que se lía con una criada. Un personaje simple en apariencia que se hace más atractivo de cara al público que el interpretado por Gary Cooper. Daba la impresión de que cuando Raft trabajaba junto a estrellas consolidadas, los resultados eran mejores que cuando lo hacía solo. Claro que parte del mérito hay que dárselo a Hathaway que retrató la amistad inquebrantable entre los dos personajes basándose en la admiración de Powdah sobre Taylor, la que le lleva, por ejemplo, a aprender poesía de su culto amigo. Los dos temas, el de la amistad y el aprendizaje eran de los preferidos de Henry Hathaway, muy presentes en varias de sus películas.

El éxito taquillero de Almas en el mar no fue ninguna sorpresa porque era una película que lo tenía todo, que repartía por igual aventura, humor, romanticismo y catástrofes. Además logró tres nominaciones a los premios de la Academia, algo que sin duda fue un aliciente para que Hathaway, cinematográficamente hablando, volviese pronto a la mar.


Lobos del norte  (Spawn of the North, 1938)

Para su segunda película seguida en la mar, Hathaway llamó de nuevo a George Raft y se decidió por otro actor en alza: Henry Fonda. Raft no era el único que repetía, Hathaway contó con el mismo equipo técnico que tan buen resultado le había dado en Almas en el mar: decoradores, músico, director de fotografía, montador, etc.; y por si eso fuera poco, para asegurarse la jugada logró que el escritor más ingenioso, Jules Furthman, accediera a trabajar con él escribiendo un guión que no tenía desperdicio:

Jim Kimmerle (Henry Fonda) y Tyler Dawson (George Raft) viven en Alaska y son amigos desde la infancia, pero han elegido caminos opuestos: el primero ha montado una fábrica de conservas con el dinero heredado de su padre, y se dedica a la pesca del salmón. El segundo acaba de regresar del Ártico, y aunque está sin blanca, su intención es comprarse una goleta para volver al norte y cazar focas. Para conseguir el dinero que necesita, Tyler se alía con el pirata ruso Red Skain (Akim Tamiroff). Juntos saquean las trampas para salmones que son propiedad de Jim y sus compañeros.

Entre Almas en el mar y Lobos del Norte hay muchos puntos en común: el final ––que no vamos a contar––; los dos amigos situados a ambos lados de la ley; o las escenas que subrayan la amistad. Dichas secuencias están muy bien llevadas desde el lado de la fotografía gracias a Charles Lang, que si bien estuvo correcto en Almas en el mar, aquí demostró por qué era uno de los mejores operadores de Hollywood.

Todo lo comentado acerca de George Raft en Almas en el mar se puede aplicar aquí perfectamente. Su trabajo resultó de nuevo convincente gracias a la cercanía de Henry Fonda, y su personaje se hizo más atractivo que el del héroe por las mismas razones que en el filme anterior.


Con respecto al director, se ha hablado mucho de un realizador que debido a la heterogeneidad de sus propuestas no parecía tener una personalidad definida. Afirmación como poco discutible cuando en Lobos del Norte apreciamos varios de los temas que interesaban al director, y que ya se vieron en Almas en el mar. Me refiero a la amistad, a la evolución de los personajes a través de la historia, y al final nada feliz. Ha­thaway también trató otros asuntos presentes en la mayoría de sus películas como el contraste entre lo viejo y lo nuevo, la importancia de la comunidad sobre lo individual y el interés por la naturaleza. Pero lo que más se aprecia en Lobos del Norte es la predilección de Hathaway sobre el debate entre el progreso, por un lado, y los valores tradicionales, por el otro.

En realidad es el tema principal de la película. Nada más empezar, Tyler deja clara su postura: el sueño de toda su vida es comprar una goleta, volver a navegar por el Ártico, y cazar focas. Mientras, Jim quiere establecerse en el pueblo, ver crecer la ciudad y hacerse empresario con su fábrica de conservas. Dos puntos de vista opuestos que son la causa última del enfrentamiento entre los amigos. Hathaway no se limita al diálogo, sino que se apoya en otros personajes y elementos que los rodean para subrayar las intenciones de cada uno. Así, Dian, la mujer enamorada de Jim, es universitaria y no deja que su novio se implique en la lucha; mientras que Nicky, la compañera de Tyler,  es como él, tiene un pasado de aventura y de­sea ir al norte con su amado. Además está Skyler, la foca, un elemento de comedia que usará Raoul Walsh en El mundo en sus manos, y que simboliza la libertad de su dueño. En Lobos del Norte, la secuencia en la que Tyler se encuentra con su mascota es una maravilla: Tyler se zambulle en el agua para jugar con ella sin quitarse la ropa, sin importarle el resto del pueblo que asiste atónito a la escena; hasta el nombre de su pesquero, “Who Cares”, define cómo es el patrón.


El post es un extracto corregido para la ocasión de los capítulos dedicados a Almas en el mar y Lobos del norte en mi libro: CINE Y NAVEGACIÓN. Los 7 mares en 70 películas



Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...